FIGURAS DE LA IGLESIA

Dentro de la Iglesia existen cantidad de figuras para enmarcar el contexto dentro del cual se encierra la forma de dar a conocer su esencia, reflejando la unidad, integración entra cada uno de sus miembros. La iglesia al ser un cuerpo con cabeza principal en Jesucristo siendo con esto la fiel muestra que está conformada por la gracia de Dios a su imagen y semejanza, proceso dentro del cual Dios le otorgo un importante  espacio al hombre con un rol de ayudar a mantener firme el fortalecimiento de la Iglesia, siendo el hombre quien paso a guiar los designios de la misma bajo la luz plena del Espíritu Santo.

En cada figura se pone de manifiesto el gran amor que Dios tiene para con el hombre en su aspecto físico, siendo este el alimento esencial para el fortalecimiento del espíritu, que en ultimas es la parte que trasciende de lo humano a lo divino. Es esta parte la que el hombre debe cuidar y fortalecer para lograr el camino de la salvación, lo material vuelve a la tierra, lo espiritual es lo que se enfrenta a la realidad divina teniendo que responder por cada uno de los actos cometidos en la vida terrenal.

Dios dejo estos claros ejemplos a lo largo de las sagradas escrituras para que el hombre fuera tomando conciencia de las realidades terrenales, con estas figuras que se representa a la iglesia son las mismas realidades que el hombre necesita para su existencia, comenzando por tener una casa en donde puede descansar y tener tranquilidad, así mismo pasa con las demás figuras de las que el hombre necesita a diario, una familia, un templo, una ciudad, una nave, un rebaño, un campo, un jardín, espacios dentro del cual el hombre siempre está en un constante contacto.

Principales figuras.

La Roca
Jesucristo consiente y sabedor de su misión acá en la tierra vivió dentro un proceso de perfección divina adentrándose en el corazón del hombre, sus discípulos fueron sus fieles testigos de cada una de sus predicaciones y enseñanzas llenas de sabiduría, dentro de sus  elegidos comenzó la escogencia de quien sería la cabeza de la iglesia en la tierra después de su partida, aspecto que se narra en el evangelio de Mateo 16, 18 en donde le dice a Pedro que será la piedra en la cual construirá la Iglesia, después de que el discípulo respondiera que Él era el Mesías, el Hijo de Dios vivo ante la pregunta “Quien soy yo?, a lo que Jesús replico diciendo que eso se lo había revelado su Padre que está en los cielos, desde ese mismo momento Pedro tomo la figura de piedra, una piedra convertida en roca fuerte como la principal base de la estructura general de la iglesia, siendo así el primer hombre sobre la tierra que cargo con la responsabilidad explicita de llevar las llaves del Reino de los Cielos, misión que han cumplido en mas de 2000 años de historia 266 papas hasta nuestros días con el Papa Francisco, quien continua siendo la piedra sobre la cual Jesucristo edifico la Iglesia.

El Redil
Con esta figura Jesús se muestra como el buen pastor (Jn 10, 1 – 10), la iglesia con esta imagen muestra que todos pertenecemos a un solo rebaño con un único pastor, con una sola entrada, quienes quieran entrar al redil por otro lado, queriendo utilizar otras entradas  son ladrones que no pertenecen al redil dando muestras de estar con otros pensamientos e ideas ignorando la voz de la pastor, son sordos haciendo caso omiso a las enseñanzas dadas.

Quienes están dentro del redil es porque oyeron la voz del pastor, la reconocieron y entraron por la puerta principal, atendieron el llamado que les hizo por su propio nombre, es sentir la protección, la fortaleza y la seguridad que brinda un pastor cuidadoso de sus ovejas, quienes lo siguen a donde vaya.

Antes de Jesucristo fueron muchos los pastores que quisieron apoderarse del rebaño, pero no tenían la autoridad necesaria y el poder de la verdad para lograr tal fin, quien actué con estos deseos es de poder no es más que un ladrón con las ganas de sacar partido de la situación, con Jesucristo todo es diferente, actúa con transparencia, humildad y sencillez de corazón, predicando siempre la verdad, quien se da a conocer como el más fiel de todos los pastores ofreciendo la salvación eterna para quienes se atreven a seguirlo.

La  puerta del redil de la Iglesia es Jesucristo quien está atento con las llaves en la mano esperando la entrada de todas la ovejas que deseen formar parte activa de su rebaño.

Labranza o campo de Dios.
Dios planto en la tierra como semilla a todos los patriarcas para que con sus enseñanzas fueran edificando el campo labrando cada momento haciendo grande la iglesia en numero y cantidad de creyentes, todo lo hace crecer Dios sin su ayuda lo que se siembra no da fruto, es el claro ejemplo que manifiesta San Pablo en su carta a los Corintios 3, 9, simplificando que todos somos colaboradores de Dios pero la verdadera vid es Cristo, el labrador que con sus enseñanzas, ejemplo y testimonio fortalece el campo labrando el corazón de cada uno de los fieles.

La vid verdadera.
Jesucristo manifiesta que el es la vid verdadera y su Padre el viñador, cortando los que no dan fruto y podando a quienes dan para que puedan dar mas, en este sentido la iglesia es fortalecida en Cristo  haciendo un llamado a estar unidos siempre al Hijo de Dios para que nunca falte nada manifestando que quienes estén lejos de Él no darán fruto, es la representación que hace el evangelista San Juan 15, 1 – 5.

Jerusalén
En Galatas 4. 26 se muestra a la Iglesia como la Jerusalén, la madre de todos al igual que Isaac somos hijos de la promesa, pero a la vez somos perseguidos por el hijo natural haciéndonos caer en el pecado del mundo volviéndonos sus esclavos, Jerusalén no es la esclava  es la mujer libre que nos lleva al Reino de Dios, siendo Jesucristo que nos muestra el camino, la verdad y la vida para llegar a la salvación eterna.

Madre nuestra y esposa del cordero.
La iglesia fundada por Jesucristo es  nuestra madre adoptiva que nos llena con su amor llevándonos a la plenitud de la fe, siendo a la vez la esposa fiel del cordero representado en la persona de Jesucristo, en el Apocalipsis 12, 17 representan al Dragón como el mal quien es vencido en el cielo y arrojado a la tierra, en la tierra intentara herir la mujer y a sus descendientes, es decir a la Iglesia entre quienes cumplen los preceptos de Dios y conservan el testimonio de Dios.

Piedras vivas.
Es la representación que hace Pedro en su primera carta 2,5 en donde se manifiesta que todos somos piedras vivas formando un templo espiritual formando un sacerdocio santo que ofrece sacrificios espirituales, manifestando que Cristo es la Piedra que hace que la Iglesia se mantenga en pie y los cristianos estamos unidos por Él.

Edificio.
Todo edificio para mantenerse firme necesita de bases solidas, así mismo es la Iglesia que se convierte en un edificio fortificado consagrado al Señor, todos ahora somos un solo pueblo por medio de Jesús, quien ha unidos a todos en una única familia, la de los consagrados a Dios, la Iglesia todos somos morada de Dios en el Espíritu, Efesios 2, 21 – 22.

La Iglesia es creación de Dios, construcción de Cristo, animada y habitada por el Espíritu Santo, confiada a los hombres, apóstoles los escogidos por Jesús bajo la acción del Espíritu Santo (Hch. 1, 2). Y al mismo tiempo los apóstoles confiaron la Iglesia a sus sucesores que, por imposición de las manos, recibieron el carisma de gobernar (1 Tim. 4, 14 y 2 Tim. 1, 6).

La Iglesia es constituida como Cuerpo de Cristo por medio del Evangelio (Ef. 3-10), nacida de un solo bautismo (Ef. 4, 5), alimentada con un solo pan (1 Cor. 10, 17), reunida en un solo Pueblo de hijos de un mismo Dios y Padre (Gál. 3, 28). 

La Iglesia es la continuación de Cristo en el mundo, en ella se da la plenitud de los medios de salvación, entregados por Jesucristo a los hombres, mediante los apóstoles.

La Iglesia de Cristo es la base y pilar de la verdad (1 Ti. 3, 15); es el lugar donde se manifiesta la acción de Dios, en los signos sacramentales, para la llegada de su Reino a este mundo. 

Así que aceptar a Cristo significa aceptar su Iglesia, el Cristo total es Cristo y la Iglesia, no se puede aceptar a Cristo y rechazar su Iglesia. Dijo Jesús a sus Apóstoles y discípulos: El que a ustedes recibe, a Mí me recibe. Y el que me recibe a Mí, recibe al que me ha enviado. Como el Padre me envió a Mí, así Yo los envío a ustedes.
 
La verdadera Iglesia de Jesús se reconoce en la Iglesia Católica a la que nosotros tenemos la dicha de pertenecer, es cierto que la Iglesia es a la vez santa y pecadora, porque está formada por seres humanos, pero es la única que une,  conecta con los Apóstoles y con Cristo.

A nosotros corresponde crecer día a día en santidad para que brille en ella el rostro de la verdadera Iglesia de Cristo, siendo esto así, cometería un grave error quien la desconociera. Así que no más cristianos a mi manera, sino a la manera que Cristo dispuso, que Cristo quiso salvarnos en su Iglesia que es Una, Santa, Católica, y Apostólica. 





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