EL PECADO DE HOY



La vida de pecado que llevamos como seres humanos por nuestra debilidad nos lleva a cometer muchas faltas, muchas de ellas pensamos que son imperdonables por la gravedad de los actos, esta historia de David, cuando veces no se repite a diario en la historia de la humanidad y aun en nuestra propia, para el hombre la mujer siempre ha sido y será fruto de deseo, a medida que pasan los años cuando se toma la decisión de formalizar un hogar resultado del amor a medida que pasa el tiempo ese amor que se juró ser eterno, comienza a fallar por culpa del pecado que se va adentrando en el seno de las familias y comienza con su ola devastadora, todo esto ocurre cuando no hay un pleno encuentro del amor de Dios en el corazón y se abre espacio para que actué el maligno.

Como hombres comenzamos a mirar con otros ojos a otras mujeres abriendo en nuestro corazón el espacio para la duda y la discordia en nuestros hogares, allí es donde se refleja el fruto del pecado en la vida que lleva a cometer toda esta serie de actos.

Al igual que David vamos entrando en un mundo de pecado, olvidándonos del amor de Dios que es infinito y misericordioso actuando por impulsos dejándonos llevar por nuestras propias debilidades que van carcomiendo nuestro corazón.

Este pasaje bíblico más que una enseñanza o un mensaje, es el fiel reflejo de nuestra vida de pecado por el irrespeto al sagrado vínculo matrimonial y con la pareja que Dios coloca a cada uno en nuestro caminar.

Este texto bíblico contiene otras dos parte fundamentales, la historia de vida de Urias, el hombre fiel y tolerante con su esposa y su amo, Betsabe la esposa que cae en las redes de David, son situaciones que como se explican al comienzo de este análisis van calando en nuestras vidas, queremos ser los Urias, los David o para las mujeres Betsabe,

Tres situaciones que forman parte de  nuestras vidas, la infidelidad, los deseos pecaminosos, el desear la mujer del prójimo y hacer hasta lo imposible por llegar a ese objetivo, la fidelidad de Urias con su Señor, es nuestra misma fidelidad de Amor nuestra pareja y a Dios, el acto de Betsabe como mujer sometida de la época se dejó seducir por David, con este tipo de acto a quien queremos someter para que caiga en nuestras redes.

Todas estas situaciones son estudio de análisis en nuestra vida cotidiana, cuántas veces hemos cometido el error para después salir a pedir perdón, perdón que Dios da como padre misericordioso pero que la vez trae su consecuencia, es saber aceptar la voluntad de Dios y cumplir con sus designios como lo hizo David, al tener un arrepentimiento de corazón por el pecado cometido.


A veces un solo acto de indiscreción basta para dejar huella en nuestra vida. Cuando las cosas van bien es aún más crítico mantener nuestros ojos puestos en el Señor. Así evitaremos desviarnos por la confianza en nosotros mismos o por las cosas que nos rodean y que podrían estar fuera de la voluntad de Dios para nuestra vida.

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