CASTIDAD

1. ¿Qué es la Castidad y que supone esta virtud?

La castidad es la esencia del hombre con respecto al amor de Dios, es el respeto por este regalo tan maravilloso que el Creador dio al hombre, como lo es la sexualidad, todos estamos llamados a vivir en la plenitud de la castidad sea la situación de cada persona, los casados castos al matrimonio, los célibes castos a la vida consagrada.

La castidad más que una obligación de estricto cumplimiento es una virtud que enfoca la vida del hombre dentro de la sexualidad, para el hombre cada vez que se habla de castidad inmediatamente todos los pensamientos van dirigidos al sexo y la castidad no siempre está relacionada estrictamente con el sexo, es vivir la vida a la plenitud del amor de Dios, cumpliendo su voluntad sin estar enfocados en el sexo, en este sentido la sexualidad pasa  a un segundo plano situación que para el mundo de hoy es muy compleja dada el libertinaje que hay alrededor del sexo.

Ser casto o casta, es lograr que toda nuestra persona: inteligencia, voluntad, afectos y cuerpo estén dominados por nosotros mismos, como el director de una banda municipal controla desde el centro de la misma, a todos y cada uno de los instrumentos que han de generar una hermosa melodía. En el caso de la persona humana, hombre o mujer, es integrar su sexualidad, femenina o masculina, ser dueño de sí mismo: conocer su cuerpo, sus sentimientos, sus tendencias sexuales, sus capacidades de pensar, de amar y de decidir, y que es responsable de todo su actuar.

Según la visión cristiana, la castidad no significa absolutamente rechazo ni menosprecio de la sexualidad humana: significa más bien energía espiritual que sabe defender el amor de los peligros del egoísmo y de la agresividad, y sabe promoverlo hacia su realización plena, como lo manifiesta el Papa Juan Pablo II en su exhortación apostólica “Familiaris Consortio”

Ahora bien, la virtud de la castidad no es nada más esa fuerza que guía al espíritu para defender el amor de los peligros del egoísmo y de la agresividad, sino que, además, sabe promoverlo hacia su realización plena.

2. ¿Cuáles son los diversos regímenes de la castidad?

Todo bautizado está llamado a la castidad, con este sacramento se ha revestido del Cristo, siendo Cristo el más fiel modelo castidad ante el mundo y el cual el hombre debe tomar como ejemplo para la vida.

La castidad se califa en las personas de acuerdo a sus estados de vida, unas en la virginidad o el celibato de manera consagrada, otras en el matrimonio y en la soltería siempre aceptando la voluntad de Dios.

Existen tres formas de la virtud de la castidad, la de los esposos, de las viudas y una tercera la virginidad, viviendo cada una de ellas de acuerdo no al actuar personal, basado en los sacramentos como ejemplo de vida y cumpliendo fielmente los mandamientos.

Las parejas de novios están llamados a vivir la castidad en la continencia  basada en el muto respeto y un aprendizaje de fidelidad no solamente con la otra persona, sino con su misma conciencia ayudándose mutuamente a fortalecer la castidad como pareja que se prepara para el magtrimonio.

3. resumen sobre los temas: las ofensas a la castidad y la homosexualidad

La homosexualidad designa las relaciones entre hombres o mujeres que experimentan una atracción sexual, exclusiva o predominante, hacia personas del mismo sexo. Reviste formas muy variadas a través de los siglos y las culturas. Su origen psíquico permanece en gran medida inexplicado, la Tradición ha declarado siempre que ‘los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados, son  contrarios a la ley natural. Cierran el acto sexual al don de la vida. No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir aprobación en ningún caso.


Un número apreciable de hombres y mujeres presentan tendencias homosexuales instintivas. No eligen su condición homosexual; ésta constituye para la mayoría de ellos una auténtica prueba. Deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta. Estas personas están llamadas a realizar la voluntad de Dios en su vida, y, si son cristianas, a unir al sacrificio de la cruz del Señor las dificultades que pueden encontrar a causa de su condición.



Las personas homosexuales están llamadas a la castidad, mediante virtudes de dominio de sí mismo que eduquen la libertad interior, y a veces mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y la gracia sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección cristiana.

Comentarios

Entradas populares