EL PERDON
Vivimos en un mundo lleno de odio, rencor, falto de
solidaridad por el hermano importando únicamente el yo personal que nos lleva a
tener nuestro corazón falto de algo fundamental que da tranquilidad, el Perdón.
El perdón lo definimos de varias maneras, como olvidar,
no tener rencor, dejar atrás el pasado, estas son algunas que la mayoría de las
veces aplicamos sin prestar mayor atención dejando de lado el daño que nos
hacemos y al igual que nuestros hermanos.
Para otros es más complicado el tema de perdona,
manifiestan, “Yo perdono pero no olvido”, “Que lo perdone Dios porque yo no”,
“No me alegra por lo que le paso, pero siento un fresquito”, entre otras muchas
más que para nada benefician nuestra relación abriendo abismo infranqueables y
lo peor de todo rompiendo lazos familiares, de amistad, en fin una serie de
problemas que no conducen a vivir con tranquilidad.
Perdonar en el fondo es un largo camino que se debe
allanar con mucho amor, paciencia, respeto, sabiduría en nombre de Dios, consientes
que no es fácil perdonar a quien nos ha hecho daño.
Como perdón podemos definir, Recordar sin Dolor, al
perdonar no se olvida, pero sin con un acto reconciliación se logra mirar a la
otra persona sin ningún tipo de rencor, lo mismo aplica cuando somos nosotros
quienes pedimos perdón por nuestras ofensas.
Aprendemos a odiar de una manera tan rápida, por
cualquier motivo o razón ya estamos odiando, por un saludo, por una forma de
pensar, porque esa otra persona no hace lo que queremos, queremos dominar todo
a nuestro alrededor sin importar que mal se haga, lo importante es el bienestar
personal.
Pasos para perdonar.
Reconocer la necesidad de perdonar, que tenemos fallas
grandes y que no somos indispensables para los demás.
Aprender a reconocer nuestros defectos y errores que nos
ciegan el corazón y no dejan ser coherentes en nuestro actuar.
A quien perdonar. A continuación se hace un recuento de
las personas a quienes que merecen nuestro perdón.
1. Amigos. Trae a tu mente en este momento aquella
persona amiga a quien le causaste daño y le dejaste de hablar o has hablado mal
de ellos, la eliminaste de tu lista de amigos favoritos. Recuerda el motivo y
el daño que le causo con su actuar. Recuerda el perdón se consigue eliminando
todo motivo de odio y rencor en nuestro corazón.
2. Compañeros de trabajo. A lo largo de tu vida has
tenido compañeros de labores, es hora de pedir perdón a quienes con tus
acciones, le hiciste la vida imposible en el sitio de trabajo, has discriminado
hasta hacerles perder el empleo por el solo hecho de estar un escalón por
encima en el rango administrativo de la empresa. Recuerda todos necesitamos
trabajar en armonía aceptando el nivel o estrado social de cada uno.
3. Socios de negocio, La gracia del amor sana tu corazón
destrozado y venda las heridas con la generosidad del perdón. Si has tenido o
este momento tienes un socio con quien has peleado causando pérdidas económicas,
es hora de buscar la reconciliación, vale más vivir en la tranquilidad del amor
sin rencores en el corazón, busca el momento de reconciliarte con ese socio y
limar las diferencias, no importa que cada uno este por su lado y esa división sea
para siempre, pero que no quede rencor ni odio por las situaciones dadas
4. Jefe. Ese líder que te exploto, que se aprovechó de su
autoridad, que te trato mal, que te hizo ver que no valías nada para la empresa
y te hizo perder ese empleo que tanto necesitabas y eso te llevo a tener
necesidad económicas, es hora de buscar reconciliación y sanar las heridas.
5. Vecino o Vecina. Mirar el rostro de Jesús en esa persona, lo puedes lograr desde
el amor y el perdón. Recuerda a todos quienes para tu concepto han sido malos
vecinos, se han metido en su vida, no respetan su espacio de descanso, son intolerantes
y te reclaman por todo o a quienes con tu actuar has ofendido
6. Familia. Es el lugar donde vives, de descanso, allí estas
con tus seres queridos. Recuerda esas rencillas de años atrás con quienes hoy
ya no tienes contacto y has perdido todo rastro, saben que existen porque
llevan tu sangre pero no sabes dónde están en este momento y quedaste con
rencores por uno u otro motivo que creías que no tienen solución.
7. Comunidad religiosa a la que perteneces. Si por
asistir a un rito religioso te crees salvo y con derecho a juzgar, estas muy
equivocado, de nada te vale ir a culto o la eucaristía tantas veces puedas y en
tu casa rezar rosarios y novenas, eso de muy poco te sirve si no te liberas del
odio y rencor que hay en tu corazón.
8. Contigo mismo. Para poder logra todo lo anterior debes
reconocer todas tus fallas, defectos y errores pidiendo perdón a quienes hayas
ofendido, el secreto del perdón está en saber pedir perdón por nuestro actuar y saber perdonar de corazón
a quienes lo pidan buscando espacios de acercamiento sin pasarme a la acera del
frente cuando viene por el mismo lado quien debo perdonar y pide perdón. El perdón
es para todos y por igual. Para vivir en paz, armonía con nuestros hermanos.
Como punto final, haz un repaso de los mandamientos de la ley de Dios, aplicando cada
uno para tu vida. Los primeros tres son de Dios para el Hombre y los siente
restantes del hombre para el hombre y te darás cuenta que si los cumples jamás
tendrás problemas con la justicia humana, eso lo puede certificar un abogado. Recuerda
Dios nunca juzga eres tú mismo quien pagaras las consecuencias de tus actos. A todos
les podrás contar mentiras menos a ti mismo, no hay cosa tremenda que no deje
vivir en paz que un cargo de conciencia. Perdona y perdónate de Corazón Dios te
acogerá en tu seno.
Citas bíblicas del perdón
Lucas 6, 36-38
Mateo 5, 23-24
Primera Carta San Juan 4, 20
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