LA VIDA HUMANA LA REALIDAD DE LOS SENTIMIENTOS
La vida trae consigo grandes
alegrías, dificultades y tristezas que van directo al corazón del ser humano
afectando su estado de ánimo alterando los sentimientos, especialmente cuando
son de dolor, angustia, ira y tristeza, contrario cuando es la alegría que
invade el ser, la felicidad hace que el rostro refleje la dulzura de la sonrisa
contagiando a quienes se crucen por el camino.
La tristeza endulzada con una
pequeña porción de aburrimiento hace que la vida se convierta en un pequeño mar
de confusiones, todo se vuelve monótono, se alejan los deseos y las ganas de
celebrar, es cierto que la tristeza y el dolor de ver un ser querido sufrir, causa una gran sensación de impotencia y
hasta de abandono, de perder la fe y el amor por luchar; es en este punto donde
el ser humano tiene que hacerse fuerte basado en la esperanza del creador, del
ser quien dio la vida y que con su inmenso amor todo lo cura, todo lo perdona,
todo lo puede, el secreto está en aprender a aceptar las distintas situaciones
de la vida con la frente en alto, así mismo como se aceptan las de la alegría y
la felicidad.
Querido amigo, amiga no se
amilane por nada, no se deje llevar por esa fuerza extraña que impide el gozo
pleno de la vida, en cada mañana nace una nueva esperanza junto al sol que se
convierte en primavera durante el trascurrir de las horas del día, no permita
que la noche con su manto negro cubra los deseos de vivir en una eterna
primavera, la noche es tan solo un momento de reposo para que el universo
coloque todas las cosas en su orden y preparar un nuevo amanecer, toma este
espacio y momento para descansar delicadamente dejando de lado las angustias
que el mañana con el poder sanador de Dios renueva las fuerzas.
Ten presente que eres una
bella creación de Dios dentro de la infinidad del universo, en quien Dios
plasmo todo su realismo mágico de bondad y ternura a su imagen y semejanza, que
por más dura y dolorosa que sea la realidad, siempre hay una luz que nunca se
apaga, el secreto está en saber conllevar en el corazón cada una de las
situaciones de la vida.
Dibuja siempre la alegría de
la sonrisa, adornada con la magia del amor, con un corazón preparado para el
perdón, regalando el milagro de los abrazos y las palabras de aliento que todo
lo cura.
EL AMOR DE DIOS NACE, CRECE Y
SE REPRODUCE EN SU CORAZÓN.
Recuerda siempre.
Jesucristo nació en el
silencio de una noche.
Murió en el silencio de una
tarde.
Resucito en el silencio de una
mañana para quedarse para siempre con su Santo Espíritu en la nobleza de tu
corazón.
BENDICIONES EN ESTE MARAVILLOS
DÍA.
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